Ken Liu ha sido uno de los dos triunfadores de la 6ª encuesta anual de este blog ―la correspondiente al año 2018―. Al igual que ya ocurrió en las ediciones 1ª, 2ª y 4ª, su nombre ha sido el más votado en la categoría de «autor del que más os apetecía leer un nuevo cuento». Y este es el primer motivo por el que lo tenemos aquí de nuevo, ya por séptima vez. El segundo motivo: el 25 de febrero de 2020 (es decir, dentro de tan solo unas semanas) se publica tanto en Estados Unidos como el Reino Unido su esperada segunda colección, The Hidden Girl and Other Stories. A diferencia de El zoo de papel y otros relatos (donde se recopilaron principalmente sus obras más conocidas y premiadas), aquí el principal criterio a la hora de seleccionar los cuentos ha sido su propio gusto. Y no creo que a nadie le extrañe que entre los elegidos figuren «Quedarse atrás» (el relato con el que se inauguró este blog) y «Renacido».
Monos (Monkeys) se publicó en 2012 en la revista científica Nature. Se trata de un relato muy breve en el que Ken nos vuelve a demostrar que el humor también es lo suyo, algo que tal vez pueda sorprender a quienes solo hayan leído sus cuentos más premiados y conocidos, pero que los seguidores del blog ya descubristeis tiempo atrás con La llamada de La Compañía de las Tortitas. con el que inauguramos el especial dedicado al humor.
Sé que Monos os va a saber a poco, pero tranquilos, en realidad es una especie de aperitivo, porque tengo previsto publicar próximamente otra historia de este mismo autor mucho más extensa. Además, para ir calentando motores ante su nueva colección, voy a sortear un ejemplar en papel de El zoo de papel y otros relatos. Ya sé que muchos ya lo tendréis, pero seguro que queda alguien que no. E, incluso si lo tenéis, seguro que conocéis a alguien para quien puede ser un regalo perfecto.
Pero, antes de pasar a detallar las reglas del sorteo, quiero expresar una vez más mi agradecimiento a Ken, que como siempre me ha dado todo tipo de facilidades para que pueda seguir compartiendo algunas de sus historias con todos vosotros. Once again, thanks a million, Ken!
ACTUALIZACIÓN I (24/01/2020): Una vez cerrado el sorteo, he procedido a elegir al ganador del mismo y el afortunado ha sido @DANZAFRACTAL (Francisco M. Juárez). ¡Enhorabuena! Puedes mandarme tu dirección postal para el envío mediante un DM de Twitter. Gracias a todos los que habéis participado.
REGLAS SORTEO EJEMPLAR EL ZOO DE PAPEL Y OTROS RELATOS
Y ahora sí, pasemos a las reglas del sorteo, que son muy sencillas:
Para «ganar una papeleta» para el sorteo podéis:
. contarnos cuál es vuestro relato favorito de Liu (o, si es el caso y os atrevéis, confesar que todavía no habéis leído ninguno 😉 ) dejando un comentario en esta misma entrada en el que se incluya vuestro correo electrónico de contacto: 1 papeleta máximo.
. ídem, pero respondiendo en Twitter a mi tweet anunciando el sorteo: 1 papeleta máximo.
Así que cada persona puede conseguir un máximo de 2 papeletas.
NO hay restricciones geográficas.El sorteo se cerrará el jueves 23 a las 24.00 (UTC + 1).El ganador lo elegiré mediante alguno de los sistemas aleatorios habituales para estos casos. El resultado lo anunciaré al día siguiente en esta misma entrada y vía Twitter, y el ganador deberá ponerse en contacto conmigo en un plazo de 7 días escribiéndome un correo a cuentosparaalgernon@gmail.com para facilitarme su dirección de envío. Si transcurrido ese plazo no he tenido noticias suyas, se repetirá el sorteo. Y así las veces que sean necesarias.
Mucha suerte a todos. Y los que no ganéis, podéis considerar Monos como un pequeño premio de consolación. Espero que os guste.
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Descargar Monos DOC
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Monos
Prosa, aun cuando con otro nombre se la llame.
Ken Liu
Ted y Kathy contemplaban la caótica escena por entre los barrotes de la jaula. Un gran macaco macho de un par de palmos de alto gritó y levantó por los aires la máquina de escribir —una Olivetti Lettera 22 verde lima de 1953—. Se quedó inmóvil un segundo, como un levantador de pesas, y luego la arrojó con fuerza contra el sucio suelo. La máquina se estrelló estrepitosamente, entre el traqueteo de teclas y carro, y, cuando se detuvo, en la hoja de papel estaba escrita la secuencia «jl,dykb nvcxliuear ».
Kathy se tapó la boca con las manos y lanzó un resoplido.
—Al menos, ahora, ya han tecleado algo —dijo.
Ted se limitó a sacudir la cabeza.
Dos machos más pequeños se acercaron a la máquina. Uno brincó arriba y abajo sobre el teclado: «cx,juoun2 ep89 xadl’». El otro lo observó y luego decidió defecar en la cazoleta cóncava formada por las palancas de los tipos.
—Bueno, el profesor Emroche ya no va a querer que le devolvamos esta máquina en concreto —comentó Kathy tras reponerse de la impresión inicial y antes de estallar en risas.
Los monos se detuvieron para mirarla, lo que solo consiguió hacerla reír más fuerte.
Ted volvió a sacudir la cabeza.
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El proyecto Shakespeare Simio era una colaboración interdisciplinar entre los departamentos de humanidades y ciencias. Sin embargo, después de que un breve vídeo del mono cagando en la máquina de escribir se difundiera por la red, todo el mundo comenzó a desvincularse de él.
«No creemos que en un proyecto de estas características haya mucha ciencia con mayúscula —dijo el profesor Kun, del Departamento de Informática—. La vieja teoría de los infinitos monos aporreando infinitas máquinas de escribir es tan solo una elucubración mental. En realidad es a los de literatura a quienes deberíais preguntar qué están tratando de conseguir con esto».
«Por supuesto que no es así como imaginamos el futuro estudio de la literatura con mayúscula —aseguró el profesor Emroche, del Departamento de Lengua y Literatura Inglesa y Norteamericana—. Ya tenemos las obras de Shakespeare, así que ¿para qué íbamos a querer que unos monos las reprodujeran por casualidad? En realidad es a los de biología a quienes deberías preguntar qué están tratando de sacar de todo esto».
A la postre, los nombres de Ted y Kathy —dos alumnos de los primeros cursos que aún tenían que optar por una especialidad concreta y que trabajaban como ayudantes alimentando a los monos— acabaron por ser los únicos asociados al proyecto. Los dos estudiantes se sentían como huérfanos. Nadie quería asumir responsabilidad alguna sobre ellos.
Ambos decidieron tratar el proyecto como si fuese una performance.
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Al cabo, los monos dejaron de maltratar la máquina de escribir. Durante la mayor parte del tiempo pasaban de ella, como si fuera un juguete que encontrasen aburrido. Sin embargo, de tarde en tarde, algún simio o grupito de ellos se acercaba y aporreaba las teclas hasta cansarse de ella de nuevo. Ted y Kathy se pasaban varias veces al día para cambiar las hojas de papel escritas por otras en blanco.
Kathy hojeó la pila de papeles mecanografiados que habían reunido, examinándolos uno por uno, como si cada hoja fuese un rompecabezas.
—¡Aquí hay una palabra! —exclamó.
Ted miró lo que Kathy estaba señalando. En medio de una hoja completamente cubierta por un batiburrillo de letras, una secuencia de cuatro destacaba como un brillante diamante: «734q9u8opfuoin mago djk;we897d78».
—Los monos han tardado cinco días en escribir veinticinco páginas, y tenemos una palabra —dijo Ted con un suspiro—. A este paso, no vamos a tener demasiado que enseñar al final del semestre. Como proyecto artístico no va a ser gran cosa.
—Estás equivocado, no es eso de lo que va el arte —dijo Kathy. Arrojó los papeles hacia lo alto y los observó descender meciéndose hacia el suelo, como una bandada de palomas—. En el arte lo importante no es lo que tienes para enseñar, sino cómo interpretas lo que tienes.
—¿Y cómo interpretarías esto?
—Es la demostración de cuán raro es el orden en este universo aleatorio en el que vivimos. La demostración de que el arte es valiosísimo y todo un milagro. La demostración del verdadero alcance del genio de Shakespeare.
—Sí, esa parida suena bastante bien —admitió Ted riéndose.
—Es el espectador el que interpreta el arte —continuó Kathy, también entre risas—. Igual que es el lector el que interpreta el libro.
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Wflq entró corriendo en el Eqqlb, gesticulando frenéticamente.
Agitó un fajo de papeles delante de 7*uLw, que le preguntó con calma qué demonios le pasaba.
Wflq estaba demasiado excitada para hablar con coherencia. A 7*uLw le llevó un rato comprender que el experimento al fin había arrojado resultados. En uno de los infinitos universos que Wflq había estado observando, las criaturas nativas finalmente habían producido algo digno de mención.
Aunque los nativos que dominaban ese mundo parecían pasarse el tiempo aporreando al azar unas máquinas con teclas, en esta ocasión habían permitido utilizar una de sus máquinas a otras criaturas —que, por algún motivo, los primeros consideraban inferiores—. Estas criaturas inferiores inmediatamente habían escrito frases rebosantes de poesía, de la más bella poesía jamás compuesta en el universo. De entre el caos aleatorio y farfullador que componía la práctica totalidad de la producción simbólica de ese mundo, esta secuencia destacaba como una voz clara en mitad de un bosque.
Pero, por desgracia, los nativos de ese universo no parecían comprender lo que tenían. Wflq había tenido que rescatar una gran obra de arte.
Así es como comenzaba esta obra maestra: «jl,dykb nvcxliuear cx,juoun2 ep89 xadl’».
Wflq y 7*uLw quedaron embelesados ante lo que leían. La belleza del lenguaje los abrumó.
Traducido a nuestro idioma, uno de los fragmentos del libro que Wflq había transcrito empezaba así: «Volverán las oscuras golondrinas en tu balcón sus nidos a colgar».
Copyright © 2012 Ken Liu
De la ilustración, Copyleft Pedro Belushi
Traducido del inglés por Marcheto
Es difícil quedarse con uno pero es muy posible que «Mono no aware» sea el que más me ha llegado.
Para el sorteo: El zoo de papel. mi email es manuti y en gmail. ¿Lo mismo podría venir firmado? ^__^
Por el autor, me temo que no. 😉
Para el sorteo: Mi relato favorito, es el zoo de papel, me parece muy triste y a la vez muy bonito…igualmente me gusta , no recuerdo ahora el titulo, una historia de una prostituta que grab a los clientos…no haremos spoiler…. saludos
Si no me equivoco, ese otro cuento es Regulada.
Todavía no he leído ninguno.
Maldito, sensual y gracioso Ken Liu. Si es que esta claro, la felicidad que desprenden los monos es solo por su pura inteligencia e imaginería. Esperando leer pronto ese relato más largo del maestro Liu 🙂
Mi comentario no es para entrar en el sorteo, es una curiosidad que me ha surgido al leer «Monos». ¿El verso final es el que figura en el original de Liu, o una adaptación al traducir, para lectores en castellano? Es que me parecería muy fuerte la conexión Liu-Bequer…
*Bécquer
Es una adaptación, efectivamente. En el original era el principio de La tempestad, de Shakespeare. Pero yo misma tuve que buscar qué era, porque no me sonaba de nada. Y además en la traducción sonaba mucho menos poético que en el original. Y Ken estuvo totalmente de acuerdo con que lo cambiara por algo de un autor español. Hasta el último momento tenía «Ser o no ser, he aquí la cuestión», pero al final lo cambié por esto.
Vanía a preguntar lo mismo que Consu, pero veo que ya está respondido 😉
Me ha encantado el cuento.
Un abrazo
Me encanta «Mono no aware».
Para el sorteo: mi relato favorito es Renacido, aunque los 4 relatos que he leído de este autor me han encantado y hecho reflexionar. mi email es jcbensot en gmail.com.
Un gran beso, y un blog magnifico
Aún no leí nada suyo, pero hace mucho que me interesa ese autor. A ver si me toca el libro y saco esta espinita xD
no he leído mucha cosa de él (más bien sus traducciones). pero de lo que leí «quedarse atrás» está muy interesante. un saludo. vraggio@yahoo.com
¡Hola Marcheto!
Mil millones de gracias por tanta maravilla.
Mi relación con Ken Liu inicio al leer Quedarse atrás desde que lo publicaste como inicio de este hermoso proyecto.
Pero el cuento que más me conmueve y emociona de Ken, es sin duda El zoo de papel, lo he leído innumerables veces y he llorado en casi todas… y lo más entrañable… es que he hecho llorar de emoción a la persona a la que se lo he leído… Una auténtica maravilla.
Me haría feliz ganar ese ejemplar, lo busqué desde que lo publicaron y nada… (En México es inconseguible)
Mi correo es: danzafractal@gmail.com
¡Gracias infinitas!
Sospechaba que por allí podía ser complicado conseguir el libro, de ahí que haya decidido que el sorteo no se restrinja a España. Así que suerte especialmente para ti y para todos los que participáis desde el otro lado del charco.
Como no he leído nunca nada de él, sería un detalle ganar el libro para empezar en su mundo.
Todavía no he leído ninguno, pero me encantaría hacerlo, creo que este autor me va a encantar. inyama30@gmail.com
Un gran cuento Marcheto. Breve pero muy aconsejable y con un un buen humor. De Ken lo mejor hasta ahora ha sido: «Siete cumpleaños». Muy completo.
Saludos!
Para el sorteo me quedaría con «El hombre que puso fin a la Historia: documental» Ken Liues sublime en todos igualmente
Vaya, me meto a descargar la última antología anual y me encuentro con esta sorpresita, qué bien. Mi relato favorito de Ken es «Atar nudos». ¡Qué pena que no tenga twiter para duplicar mis posibilidades!
Bueno, en caso de que no te toque, espero que al menos disfrutes con la antología. Y con este último Monos.
De eso no me cabe ninguna duda, Marcheto 🙂
Confieso que me diverti muchísimo con La llamada de La Compañía de las Tortitas. Me encantaría poder ganar el libro. Te dejo mi correo tesapod@gmail.com y por supuesto te doy mil gracias por hacerme disfrutar tanto con tu trabajo en este magnifico blog.
Hola, Marcheto!! Me tomé mi tiempo para releer algunos de los relatos de Ken, y así poder elegir… Y creo que fue peor el remedio que la enfermedad!! jajajjaj!! Al final, me decidí por «Renacido».
Me encantaría ganarme el libro, lo leí en formato digital y es excelente!! Mi correo es como_perro_y_gato@yahoo.com.ar
Te agradezco muchísimo por tu trabajo constante, y por abrir el sorteo a los lectores «de este lado del charco». Besos!!!
«El zoo de papel», por poner uno, o «Cambio de estado», o los que has publicado aquí… Cualquiera me vale. Me gusta mucho el señor Liu escribiendo, y su antología «Planetas invisibles» fue genial. Tengo «El zoo…» en digital, pero me encantaría conseguirlo también en papel. Besos y abrazos desde el Sur.
Ya es casualidad, pero de los que recuerdo ahora mismo coincido con los mismos de Antonio, el anterior comentarista, los que más me gustan son “Cambio de estado” y el, primero que leí de Liu, «El zoo de papel».
Muchas gracias, Marcheto!
Enhorabuena al ganador. 😄👍
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