Las Seis propuestas para el próximo milenio, de Italo Calvino, son una serie de conferencias que este autor dedicó a valores y cualidades que apreciaba especialmente en la literatura y consideraba fundamentales con vistas al siglo XXI (y os deberían sonar si habéis leído Cisne negro, de Bruce Sterling, incluido en el especial que dedicamos al escritor italiano). Una de estas charlas estuvo centrada en la «rapidez», y en ella Calvino confesaba su predilección por las formas breves y ultrabreves, en las que consideraba se puede alcanzar una densidad y concisión a las que es imposible aspirar en obras de mayor extensión, e insistía en que, para adecuarse a los tiempos que nos esperan, la literatura debería evolucionar en esa dirección:
«… me limitaré a deciros que sueño con inmensas cosmogonías, sagas y epopeyas encerradas en las dimensiones de un epigrama. En los tiempos cada vez más congestionados que nos aguardan, la necesidad de la literatura deberá apuntar a la máxima concentración de la poesía y del pensamiento.»[1]
Cuando leí esto me acordé de que algunas de las obras que creo han tenido una mejor acogida en este blog han sido relatos ultrabreves, muestras de lo que se acostumbra a llamar flash fiction, como Ulder (que incluso ganó la encuesta anual), Re: Re: Re: Re: Re: El microondas de la sala-comedor está haciéndole cosas raras al tejido del espacio-tiempo, Desmadre en el supermercado, Media conversación, oída desde el interior de una babosa gigante inteligente o El palacio de la memoria, por citar tan solo algunos. Como es un subgénero que valoro especialmente al parecerme muy complicado, y que además es la antítesis de esa tendencia generalizada a escribir tochos y sagas interminables que cada vez me da más pereza leer, decidí que, aunque ya habían estado presentes en el blog, los ultracortos merecían ser los protagonistas de su propio especial.
De manera que durante los próximos meses vais a poder leer por aquí abundante flash fiction, que se irá alternando con otros cuentos más extensos. Tampoco voy a ser muy estricta y voy a situar el límite en 2.000 palabras en su versión en inglés, cifra algo superior a la que se acostumbra a barajar. Todavía no tengo el especial cerrado —se admiten sugerencias—, pero ya os puedo avanzar que va a ser muy variado y que por él no solo van a pasar autores que se estrenarán en Cuentos para Algernon, sino que lo voy a utilizar como excusa para que nos vuelvan a visitar, aunque sean brevemente, algunos conocidos del blog.
Espero que disfrutéis con este tercer especial. Porque si lo bueno si breve, dos veces bueno, basta una sencilla regla de tres para saber la calidad de lo que os podéis encontrar en él. 😉
Y lo inauguramos a lo grande, con un relato de una de las más interesantes cultivadoras de este subgénero con las que contamos ahora mismo: Caroline M. Yoachim. Así que, sin más preámbulos, vamos a ello.
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Lista de contenidos hasta el momento definitivos del especial dedicado a los relatos ultracortos:
- Clips, recuerdos y cosas que nadie echará en falta, de Caroline M. Yoachim
- Coyote, de Charles Yu
- Rex, de Laird Barron
- Antes y después, de Ken Liu
- Más allá de Paraparapara, de Rhys Hughes
- Carta, de Tim Pratt
- Érase una vez un pueblo, de Eliza Victoria
- Algo que a lo mejor no sabíais sobre Vera, de J. Robert Lennon
- La ecuación del trébol negro, de Zach Shephard
- La paradoja de la señora Zenón, de Ellen Klages
- Telomerasa, de Ian Muneshwar
- Amarillo muerto, de Tanith Lee
- Cese y desistimiento, de Tyler Young
- El azogue, de Jeff Noon
- La lepidopterista doméstica, de Natalia Theodoridou
- Cuento motivaciona, de Eric James Stone
- Consejos de seguridad para corredores humanos, de Marissa Lingen
- Los coleccionistas, de Adrian Tchaikovsky
[1] Seis propuestas para el próximo milenio, de Italo Calvino (ed. Siruela). Traducción de Aurora Bernárdez. Volver