Vamos allá un trimestre más con algunos de los libros con los que más he disfrutado últimamente:
. El Destino del Barón Von Leisenbohg, de Arthur Schnitzler (El Acantilado): Deliciosa recopilación de cuentos de este escritor y médico vienés que vivió a caballo entre los siglos XIX y XX. Tal vez las obras de Schnitzler más conocidas sean aquellas que han sido llevadas al cine: La ronda, adaptada por Max Ophüls en 1950, y más recientemente Relato soñado, que sirvió de base a Stanley Kubrick para la que fue su última película, Eyes Wide Shut. Pero aunque estos relatos tal vez no sean tan conocidos, son unas piezas exquisitas en las que el autor disecciona con fino bisturí situaciones en apariencia bastante triviales: amores no correspondidos, infidelidades reales e imaginarias, venganzas, amistades, destinos incontrolables… Eso sí, son cuentos sin contenido fantástico, salvo tal vez en el que da título a este volumen y que además es mi favorito del mismo. Si os gusta Stefan Zweig, por ejemplo, no dejéis de darle una oportunidad a Schnitzler, que seguro que también os convence.
. The End of the End of Everything, de Dale Bailey (Arche Press): Interesantísima colección de cuentos de un autor norteamericano que por desgracia no es demasiado conocido por aquí. La mayor parte de las ocho obras del volumen pueden encuadrarse en la ciencia ficción, y en concreto dentro de la variante apocalíptica, ya que el fin del mundo es el telón de fondo de varias de ellas. A pesar de este tema común, los relatos resultan de lo más variado y nada repetitivos, habida cuenta de que unos tienden más hacia la ciencia ficción, otros hacia el terror (con incluso algún toque gore), otros hacia el weird, e incluso hay uno muy stenbeckiano y otro de lo más cinéfilo. El relato que abre el volumen lo podéis leer en español ya que está incluido en dos antologías publicadas por Minotauro: Paisajes del Apocalipsis, antología de relatos sobre el final de los tiempos y Miedo en el cuerpo: 25 años de terror con Valdemar. Espero que os hayáis quedado con ganas de leer a Bailey, porque tengo el placer de anunciar que próximamente tendremos en el blog el cuento más cinéfilo y menos apocalíptico de los que incluye el volumen. 😀
. The Very Best of Fantasy & Science Fiction, Volume 2 (Tachyon Publications): Segunda antología de los mejores relatos publicadas en esta longeva revista a lo largo de sus más de sesenta y cinco años de vida. El resultado es un volumen que incluye veintisiete historias de autores muy populares, y una combinación casi perfecta de clásicos y piezas menos conocidas en la que hay un poco de todo: relatos ligeros, profundos, tristes, siniestros y divertidos; ciencia ficción y fantasía; cuentos que, al menos en mi caso, han sido todo un descubrimiento, y otros que ya había leído, pero que siempre es un placer releer. Una gozada de libro.
. El efecto Lucifer: El porqué de la maldad, de Philip Zimbardo (Paidós): Con sus más de 600 páginas, esta obra de no ficción engancha tanto o más que cualquier novela tocho. Su autor es el psicólogo responsable del famoso experimento de la prisión de la universidad de Stanford. Aproximadamente la primera mitad del libro está dedicada al desarrollo del mismo y las conclusiones que se pueden sacar de él; la segunda, a las descripción de otros experimentos con los que guarda una cierta afinidad (como el de Milgram) y al análisis de hechos históricos (holocausto nazi, genocidios, torturas en la prisión de Abu Ghraib…), intentando aplicar las conclusiones de los experimentos analizados para entender cómo personas tan decentes y normales como cualquiera de nosotros se han podido comportar de un modo totalmente inhumano e inmoral. Un libro inquietante y que a mí me ha dado más miedo que muchas novelas de terror.
. Agents of Dreamland, de Caitlín R. Kiernan (Tor.com): Tor.com continúa con su interesante colección de novelas cortas, así que aprovecho para una vez más destacar la que más me ha gustado de las últimas que he tenido oportunidad de leer. En Agents of Dreamland, un agente gubernamental deberá acudir a un rancho en Arizona donde se ha instalado una pequeña secta apocalíptica. Lo que allí se encuentra le impresionará profundamente, y con razón. Durante su investigación contará con la ayuda de una misteriosa mujer que sabe mucho más de lo que le correspondería saber. A partir de estos elementos, la autora construye una intrigante novela corta con toques de ciencia ficción apocalíptica y plagada de referencias al universo de Lovecraft. Se lee en un suspiro, aunque la sensación que deja no sea especialmente placentera. Muy recomendable, sobre todo si sois fans del escritor de Providence, pero también si no lo sois.
. Las chicas / The Girls, de Emma Cline (Anagrama / Random House): Seguimos con sectas. Inspirada por la matanza de Charles Mason, esta novela nos narra cómo, allá por 1969, una insegura adolescente se siente fascinada por una joven algo mayor que ella que vive en una comuna hippy dirigida por un manipulador músico. Esta amistad la llevará a irse integrando cada vez más en esa especie de secta mucho más peligrosa de lo que en un principio podía parecer. Una interesante novela que supone el debut de una joven autora que podría dar mucho juego en el futuro. Yo la he leído en inglés, pero ya está traducida al español por Anagrama.
. Swimmer Among the Stars, de Kanishk Tharoor (Farrar, Straus and Giroux): Cuando al abrir esta colección de relatos de un desconocido autor indio me encontré con una cita de Las ciudades invisibles de Italo Calvino, me dije que aquello empezaba bien. Y no solo empezó, sino que continuó estupendamente. Un puñado de relatos por los que pasan, entre otros muchos personajes, la última mujer que habla una lengua a punto de desaparecer, los representantes de la ONU que se ven obligados a trasladarse a un hotel en el espacio desde donde contemplan cómo sus países van siendo tragados por las aguas, los tripulantes y pasajeros de varios rompehielos atrapados en el hielo, y un par de soldados de una falange de la época del imperio romano. Un autor y un libro que no toman el nombre de Italo Calvino en vano.
Y para terminar, una película: La hora incógnita, dirigida nada más y nada menos que por Mariano Ozores. Una pequeña ciudad española ha sido evacuada porque, por un error, sobre ella va a caer un proyectil atómico. Sin embargo, algunas personas no se han marchado por diversos motivos. Una comedia dramática a la que, dada la época en la que se realizó (1963), le sobra moralina, pero que tiene humor, personajes variopintos y castizos (interpretados por un reparto de campanillas) y que supone un peculiar intento de hacer algo distinto en nuestro país, aunque pueda recordar a algunas películas de la época, como La hora final, de Stanley Kramer. Por desgracia, fue todo un fracaso, así que Mariano Ozores tuvo que reconducir su carrera hacia donde todos sabemos.
¿Mariano Ozores? Cosas veredes
Me apunto los de Lucifer y el escritor indio.
No, no es nada verede, ni siquiera verde, lo siento. 😉
El de Lucifer a mí me ha parecido realmente terrorífico. Y el otro una muy agradable sorpresa. Si finalmente te animas con alguno ya me cuentas.
No quiero ser pedante, pero creo que no has pillado mi broma, hacía referencia al: Cosas veredes atribuido al Quijote erroneamente. http://www.abc.es/20090502/cordoba-cordoba/cosas-veredes-amigo-sancho-20090502.html
Efectivamente no lo había pillado. Entre que al pobre Ozores lo tengo encasillado totalmente y que hoy en día con los móviles yo no escribo una palabra sin errores, ni se me ha pasado por la cabeza que no fuese una errata. 😳