¡Que hemos ganado un premio Ignotus como Mejor sitio web!

Pues sí, Algernon y yo hoy estamos de celebración, porque Cuentos para Algernon ha tenido el gran honor de ganar un premio Ignotus 2014 en la categoría Mejor sitio web, compartido con esa página de referencia para todo buen aficionado a este género que es La Tercera Fundación. Y encima en un año en el que también estaban nominados Alt64+Wiki, Literatura Fantástica y Sense of Wonder, todos ellos sitios estupendos y tan distintos que creo que resulta imposible compararlos entre ellos.

Y, por si esto fuera poco, Ken Liu, uno de los autores favoritos de los seguidores de este blog, también ha ganado por segundo año consecutivo el Ignotus en la categoría de Mejor relato extranjero con su novela corta El hombre que puso fin a la historia: documental, publicada en la antología Terra Nova 2, obra que ha conseguido el Ignotus en la categoría de Mejor antología. ¡Enhorabuena tanto a Ken como a Mariano Villarreal por su excelente criterio como editor! Y ya que estamos, vayan también mis felicitaciones para el resto de ganadores.

Pero sobre todo me gustaría aprovechar esta entrada para decir aquello que de haber estado presente en la ceremonia de entrega de los premios supongo que más o menos hubiera dicho allí.

Me gustaría dar las gracias no solo a aquellos que habéis votado a este blog en los Ignotus, sino también a todos los que durante estos dos años lo habéis apoyado de cualquier manera, habéis contribuido a dar a conocer su existencia o, de una manera más o menos directa, habéis colaborado con él (con vuestros comentarios, sugerencias, propuestas…). Y, muy en particular, quiero agradecer una vez más a Johan Solo y a Jean Mallart su desinteresada colaboración en la elaboración de los e-books, uno de los factores clave del éxito del blog.

Y, por supuesto, mi eterno agradecimiento para todos los autores que de manera altruista han cedido sus relatos (y que además en algunos casos incluso han dedicado parte de su tiempo a echarme una mano con los problemas que me he encontrado durante el proceso de traducción), e incluso a aquellos que los van a ceder en el futuro (después de todo, los seguidores del blog estáis acostumbrados a los bucles temporales, y tengo que aprovechar por si no se me presenta otra ocasión). Sin sus estupendas obras este blog ni sería lo que es ni en realidad tendría ninguna razón de ser. Y tampoco quiero olvidarme de aquellas otras personas a las que he tenido que recurrir en ocasiones para llegar a conseguir todas esas autorizaciones o que me han ayudado en todo este proceso de alguna manera. Muchísimas gracias a todos ellos, de verdad.

Y muy especialmente un millón de gracias a la primera persona a la que hace dos años y medio le comenté la pequeña locura que se me estaba ocurriendo y que terminaría cuajando en lo que hoy todos conocéis como Cuentos para Algernon. Si no me hubiera dicho que la idea no solo no le parecía descabellada sino todo lo contrario, posiblemente me hubiera olvidado del asunto. Y si no se leyera cada cuento tres veces antes de que los publique, se me habrían colado erratas tan horribles que seguramente la vergüenza me hubiera obligado a echar el cierre hace ya tiempo.

Y, aunque me gustaría decir que comparto este premio con todos vosotros, me temo que eso quedará para otra ocasión. Porque, papá, este premio es para ti.

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